“¿Qué es la inflación? La inflación es el cambio de precios en las cosas que consumimos. Por ejemplo, una inflación del 3% respecto del año pasado quiere decir que para la cesta de la compra que nos costaba 100€ el año pasado, ahora necesitamos 103€. Normalmente, cuando se dice que “hay inflación” nos referimos a que los precios suben. Pero también puede que alguna vez los precios bajen: ahí podemos llamarlo “inflación negativa” o, más exactamente, “deflación”.

¿Cómo puedo saber cuánta es la inflación? En España se suele medir la inflación con el IPC. El IPC es el Índice de Precios al Consumo, y te dice cuál es el cambio respecto de hace un año en el precio de las cosas que más suelen consumirse normalmente en España.

¿Por qué suben o bajan los precios? La mejor manera para entender el motivo de por qué cambian los precios son la oferta y la demanda. El precio de un bien sube cuando es más escaso (baja la oferta) o cuando hay mucha gente que quiere comprarlo (sube la demanda). Los motivos de oferta están relacionados con quienes venden (productores) y los motivos de demanda tienen que ver con quienes compran (consumidores). Las mismas ideas sirven para entender por qué la inflación es mayor o menor. 

Puede haber motivos de costes que hagan que los vendedores tengan que subir el precio. Por ejemplo, cuando sube el precio del petróleo, los costes de los vendedores en España se incrementan, los bienes les cuestan más y ponen precios más altos. Otro caso sería la escasez de materiales: si las empresas no son capaces de fabricar suficientes Play 5, estas serán muy escasas y su precio subirá. Éstos son dos ejemplos que tienen que los precios suben por motivos de oferta, es decir, porque hay poca mercancía para vender o porque sube el coste de producir las cosas que se venden.

Pero los precios también pueden subir si quienes compran tienen más dinero para gastar. Si un día la gente que va a un mercado tiene más dinero disponible para gastar, pero la cantidad de cosas que se venden en el mercado no cambia, los precios suben. La razón es sencilla: hay que dividir la cantidad mayor de dinero de la gente entre la misma cantidad de cosas que se venden. 

Esto ocurre cuando los gobiernos (o los bancos centrales) deciden imprimir dinero para salir del paso. Aunque los gobiernos decidan “imprimir” dinero y dárselo a la gente, si no aumenta el número de cosas que se puedan comprar, el resultado será solo que suben los precios. 

También hay que pensar en que la gente puede elegir entre gastar su dinero hoy o ahorrarlo y gastarlo en el futuro. Por ejemplo, si la gente piensa que el año que viene subirán mucho los precios respecto a este año, preferirán gastarse su dinero ahora que los precios son aún bajos. Pero si mucha gente decide gastar su dinero hoy también aumenta la demanda y los precios actuales también suben. Igual, si la gente piensa que las cosas en un año serán más baratas, hoy habrá menos demanda (la gente prefiere ahorrar y esperar al año que viene). Por tanto, los precios de hoy en día suben si la gente piensa que la inflación en el futuro será alta, mientras que la inflación actual será más baja si la gente espera que la inflación mañana también sea baja.

Entonces, ¿la inflación es mala para todo el mundo? No. Es cierto que si suben los precios la cantidad de cosas que se pueden comprar con un mismo salario o una pensión bajan (salvo si el salario o la pensión aumentan proporcionalmente por contrato). Pero también hay gente a la que puede venirle bien.

Para ver a quién le viene bien podemos pensar en que la inflación hace que una cantidad de dinero valga menos hoy que ayer. Es decir, cómo han ido subiendo los precios, con 600€ hoy en día se pueden comprar muchas menos cosas que con 100.000 pesetas hace veinte años, aunque las dos cantidades equivalentes.

Por eso, la inflación, por lo general, viene peor a la gente que tiene ahorros. Alguien que ha decidido ahorrar 100€ hoy espera poder gastarlos en el futuro. Sin embargo, si la inflación es muy alta quiere decir que su dinero podrá comprar menos cosas y, por tanto, perderá poder adquisitivo.

Por la misma razón la inflación, por lo general, viene bien a quien tiene deudas. Por ejemplo, un empresario que tiene que pagar cada año la hipoteca de su local a base de vender muebles. Hoy, para cubrir la cuota de 1000€ tiene que vender 20 muebles al mes. Pero si el año que viene suben los precios y puede vender sus muebles por más precio, necesitará vender menos muebles para llegar a los 1000€.

En resumen, la inflación es cuánto suben los precios de un año para otro. Los precios suben porque los costes de las empresas se incrementan (oferta) o porque la gente tiene mucho más dinero para gastar (demanda). La inflación alta hace que el dinero pierda valor (se pueden comprar menos cosas con él). Por tanto, si tienes ahorrados 100€ te viene mal la inflación porque podrás comprar menos cosas con esos euros mañana. Sin embargo, si debes 100€ te viene bien la inflación porque hace que esos 100€ tengan menos valor”.

-Quin