Para mí, hasta el año pasado esa era típica pregunta de festival. Conocía a alguien y queríamos volver a vernos, así que nos preguntábamos en qué zona estábamos acampados para hacernos una visita en algún momento. Luego ya, dar con la tienda o que nos encontrásemos era otra película. Pero al menos has de saber en qué camping estás, de lo contrario estás perdido.

Bueno, esto último no ha cambiado, pero lo que sí lo ha hecho es el contexto, ahora esta pregunta surge al hablar de inversión. También hay otro matiz importante, y es que ya no hablamos de acampadas sino de bandos. No estamos en mitad de un festival, estamos en mitad de una guerra.

Bien, pues del mismo modo considero que para un inversor se trata de una pregunta fundamental. Y no tanto hacerla, sino hacérsela, a uno mismo.

Quizás es una de las preguntas a la que más tiempo dediqué el año pasado. Primero porque a nivel intelectual me fascinaba imaginar el choque de ambas fuerzas, segundo porque consideraba de vital importancia saber con seguridad quien ganaría para posicionarme cuanto antes, y tercero y más importante, porque no encontraba la respuesta. Al menos no la que yo buscaba, la de un claro ganador.

Si bien al principio los argumentos de un bando parecieron convencerme más, luego descubrí que el otro bando también contaba con argumentos muy sólidos. Como si en algún sitio pusiese que el bando con el “mejor argumento” fuese a ser el bando ganador. El caso es que yo seguía sin verlo claro, y estaba en un punto que, aunque seguía investigando, no ganaba ni en seguridad ni en convicción. Buenos profesionales veía tanto en un lado como en otro, lo que me generaba aun más dudas.

Quizás me estaba confundiendo en la forma de enfocarlo.

Quizás no encontraba la respuesta correcta porque no había formulado la pregunta correcta. Quizás había hecho la pregunta en blanco o negro y la respuesta era gris.

O quizás no había una única respuesta, sino varias.

O quizás simplemente todavía era demasiado pronto y aún no se podía saber la respuesta.

No lo sabía.

La pregunta era: ¿Habrá inflación o deflación?

¿Cuál de las dos terminará por imponerse claramente?

Hay que tener en cuenta que no se trataba de elegir el bando que mejor iba conmigo o con mi cartera, sino que se trataba de adivinar el bando ganador.

Ese enfoque me ayudaba a tener claro en qué debía fijarme y centrar el tiro a la hora de analizar ambos bandos, es decir, qué es lo que más me interesaba saber de ellos. En este caso había que poner el foco en “cual de los dos tiene las de ganar y porqué”.

Por último, añadir que no basta con creer saber que bando ganará, tambien hay que saber bien cómo posicionarse acordemente, es decir, con que estrategia, con que activos y porqué.